El caldo de huesos es tal vez una de las recetas más antiguas de la historia. En el siglo XVIII, el farmacéutico Antoine-Alexis Cadet de Vaux investigó sus propiedades y trasladó los increíbles resultados a su libro ‘Mémoire sur la gélatine des os et son application à l’économie alimentaire’.
Allí descubre esta gran fuente de aminoácidos, minerales y colágeno capaces de trabajar como antiinflamatorios, mejorando el sistema digestivo y ayudando a aumentar la hidratación, la nutrición y a reforzar nuestro sistema inmunológico. ¿Quieres saber más sobre todas las propiedades del caldo de huesos? ¡Sigue leyendo que te las contamos!
Propiedades antiinflamatorias
Una de sus propiedades más destacadas es la antiinflamatoria. Los estudios han demostrado que los aminoácidos del caldo de huesos tales como la cisteína, la histidina y la glicina reducen la inflamación general. Y en concreto, la L-glutamina rebaja la inflamación intestinal.
El caldo de huesos es un probiótico natural que ayuda en el correcto funcionamiento del organismo y también de las articulaciones reduciendo procesos de inflamación articular tales como la artritis.
Trabaja no solo en los casos inflamatorios sino también en el desgaste articular y óseo, de tal manera, que consumir caldo de huesos beneficia a la salud y mejora trastornos degenerativos como la artrosis.
Además, aquí entra en juego el colágeno, cuya función es desarrollar los tejidos conectivos y los cartílagos. El paso del tiempo, el ejercicio de impacto o diferentes enfermedades provocan daños en músculos y articulaciones que el caldo de huesos ayuda a paliar.
Propiedades digestivas
Por otro lado, el caldo de huesos mejora la salud intestinal y la permeabilidad del intestino.
Las dietas del primer mundo suelen tener un gran componente pro-inflamatorio que da como resultado, en muchos casos, la permeabilidad del revestimiento del intestino. Esta condición, consigue que no se digiera de forma correcta los alimentos y las toxinas y que, por lo tanto, éstos terminen penetrando en otros tejidos del cuerpo.
Esta permeabilidad no es solo consecuencia de la alimentación sino que también puede tener gran factor genético y de estrés.
La consecuencia de poseer un intestino permeable es la posibilidad de generar
enfermedades gastrointestinales como la celiaquía, el síndrome del colon irritable o la enfermedad de Crohn, entre otros.
¿Y cómo ayuda el caldo de huesos en estos procesos? Lo hace gracias al aminoácido conocido como glutamina, que mejora dicha permeabilidad intestinal.
En este caso la propiedades digestivas del caldo de huesos son posibles gracias a su contenido en probióticos. Éstos también refuerzan la salud intestinal.

Propiedades nutritivas e hidratantes
El caldo de huesos es fuente de numerosos minerales y nutrientes por lo que las propiedades hidratantes y nutritivas están aseguradas.
El caldo contiene electrolitos (sales minerales) y carbohidratos vegetales muy beneficiosos para mantener los músculos sanos y favorecen la hidratación del cuerpo. Beber este caldo rehidrata más que si solo se bebiera agua.
El caldo de huesos es fuente de potasio, calcio y magnesio. Por lo que es un estupendo hidratante y repone nutrientes tras realizar ejercicios intensos.
Y gracias al gran aporte de nutrientes, sus minerales y aminoácidos a que es bajo en calorías, el caldo de huesos contribuye con la pérdida de peso.
Las personas con sobrepeso tienen en su recorrido digestivo en mayor cantidad un cierto tipo de bacterias “firmicutes” y menos de las “bacterioidetes”. Algunos estudios han mostrado que tener más de las del primer tipo conlleva una extracción mayor de calorías de los alimentos.
Por eso, el caldo de huesos, con L-glutamina, reduce los firmicutes, lo que lo convierte en un alimento capaz de reducir el peso en las personas.
Asimismo, la gelatina del caldo de huesos consigue sensación de saciedad por lo que una persona que consume este caldo, se sentirá más saciado tras su ingesta.
Propiedades fortalecedoras del sistema inmunológico
Por último, destacamos también las propiedades fortalecedoras del sistema inmune. Gracias a ellas se reducen los resfriados y las recuperaciones también son más rápidas.
Y es que el caldo de huesos es tan rico en nutrientes y aminoácidos que consigue un refuerzo del organismo. Además, el tomarlo calentito también consigue mejorar los estados de defensas bajas y catarros.
Pero ojo, es importante que el caldo que se consuma sea un caldo de huesos ecológico, porque si los animales que se han usado para su elaboración no estaban cuidados de la forma adecuada, pueden tener en sus huesos elementos nocivos para la salud, y por lo tanto, el caldo ya no sería tan beneficioso. Nuestro caldo de huesos Ecolagen es un caldo de huesos 100% ecológico y certificado, porque nuestro objetivo es cuidar de la salud de nuestros consumidores al máximo.
Este refuerzo del sistema inmunológico es bueno también para la microbiota intestinal. En el caldo están presentes los MACs, carbohidratos digeribles cuyo consumo se ha visto relacionado con la mayor calidad de la microbiota intestinal que se traduce en la reducción de padecer enfermedades crónicas y autoinmunes.
Como veis, las propiedades del caldo de huesos son muchas y sobre todo las de los caldos hechos de la forma más natural y artesanal, como nuestro caldo Ecolagen. Evitando todo tipo de aditivos, conservantes o colorantes y haciéndolo con verduras y huesos 100% ecológicos que dan como resultado un alimento con una garantía de calidad excepcional.